Como estás hermano

Cómo estás, hermano
Ya pasaron trece años
Los tiempos pasan
El mundo avanza
Nuevas experiencias
Que al vacío
A cubrir no alcanzan

Puede ser que te hayas ido
Pero esos recuerdos
Los atesoro conmigo
Y aunque tu luz
Se haya extinguido
Vivirás eternamente
En la sonrisa de tus hijos

Quizá me resista
A aceptar tu injusto destino
Resignándome por siempre
A derroteros aburridos
Pasos extraviados
Ese vivir desenfrenado
Por dorados inspirado

Ahora se que es imposible
Reparar el daño recibido
Solo quedó levantarse
Y bregar hacia adelante
Esbozar una sonrisa
Recrear esos recuerdos
Disimulando las fisuras
Que el alma anida dentro

Y esperar a que finalmente
La vida se ponga de acuerdo
En trascender a lo etéreo
A ver si te encuentro
Fundirnos en un abrazo
Bienvenida sonrisa imperecedera
Con esa alegría pendenciera
Coger ese par de chelas
Que aún nos guarda la nevera…

Recuerdo una turca de aquellas, en la que terminamos en una artera discoteca para la moral distraída. Terminaste bailando tu canción favorita, solo en una pista de baile, camisa y corbata por delante, como si el mundo no existiera. Eras la mar de divertido, Cholo. Te hecho de menos inconmensurablemente.

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